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sábado, 23 de abril de 2011

Página III 第3ページ - Teoría sobre traducción

Bien, en esta entrada voy a poner algo de teoría sobre la traducción. No es más que una síntesis de mis apuntes, sacados del libro de Traducción y Traductología de Amparo Hurtado Albir. Voy a poner esto en el Blog por si hay alguien interesado en estudiar traducción, a quien le pueda servir de guía un poco para ver de qué va la asignatura, o cómo es la teoría de esta carrera, porque yo al principio también me encontraba un poco desorientado, y siempre es bueno empezar sabiendo a qué te vas a enfrentar. También por si hay alguien estudiando y a quien le pueda ayudar para repasar o algo.

¿Qué es la traducción?

El primer paso para empezar a estudiar algo, es saber qué es lo que vamos a estudiar. Por eso, al comienzo del libro de Hurtado Albir nos encontramos con un capítulo que nos habla sobre la traducción, y que es el que yo voy a sintetizar hoy aquí en mis apuntes. Primero habría que diferenciar entre Traducción y Traductología. La traducción, según dice la autora, es un saber hacer, es una habilidad que se adquiere con la práctica, es decir: ¿cómo se aprende a traducir? Pues traduciendo. La Traductología es un saber sobre esta práctica, sobre la traducción. Es la disciplina encargada de estudiarla.

El siguiente paso es hacer un pequeño estudio de en qué consiste la traducción, viendo los distintos puntos de vista que se han tenido a lo largo del tiempo. Así, se han tenido en cuenta distintos tipos de traducciones: la traducción intersemiótica (entre distintos códigos de signos), la traducción intralingüística (dentro de una misma lengua) y la traducción interlingüística (entre distintas lenguas). Esta distinción ya la hizo Jakobson, hablando de rewording, translation proper y transmutation. Así amplía la noción de traducción a todo proceso de interpretación de signos. Con lo cual, la traducción entre lenguas no es más que otro caso, aunque Jakobson señala que esta es la verdadera traducción (translation proper). Cabría nombrar también a Steiner, que “llega a considerar la traducción como una constante de la supervivencia orgánica, ya que considera que la vida del individuo está condicionada por la interpretación de toda una red de informaciones vitales”.

Veamos el tercer paso que nos propone Hurtado Albir: “¿Por qué, para qué y para quién se traduce?”. Se traduce por una diferencia no solo en la lengua, sino también en la cultura, se traduce para comunicar, la traducción tiene siempre una finalidad comunicativa, y se traduce para esas personas que no conocen la lengua origen, y a veces tampoco la cultura de la que se traduce. Asimismo, el proyecto traductor puede estar condicionado por la finalidad de la traducción. Establece así cuatro presupuestos básicos:

a) La razón de ser de la traducción es la diferencia entre las lenguas y las culturas.

b) La traducción tiene una finalidad comunicativa.

c) La traducción se dirige a un destinatario que necesita de la traducción al desconocer la lengua y la cultura en la que está formulado el texto original.

d) La traducción se ve condicionada por la finalidad que persigue y esta finalidad varía según los casos.

Vale, y ahora… ¿quién traduce? ¿Quién puede traducir y qué diferencia hay entre un traductor profesional y una persona con un conocimiento en lenguas?

Lo primero que hay que conocer a la hora de traducir es evidente: lenguas. Hay que poseer unos conocimientos lingüísticos elevados, una gran competencia de comprensión en la lengua de la que se traduce, y una gran competencia de expresión en la lengua a la que se traduce. Por supuesto, también hace falta un conocimiento extralingüístico: hay que saber sobre qué se está traduciendo. Uno no puede hacer una buena traducción si no comprende bien el texto al que se está enfrentando. Por último, la diferencia entre una persona con ciertos conocimientos lingüísticos y un traductor, sería la competencia traductora, que consiste en:

- Una habilidad de transferencia. Poder comprender y producir textos fácilmente, y poder cambiar de un código lingüístico a otro sin que haya interferencias.

- El traductor ha de poseer ciertos conocimientos instrumentales: saber usar programas que le asistan a la hora de realizar la traducción, saber documentarse debidamente…

- Ciertas habilidades que le permitan enfrentarse a las distintas dificultades que le puedan surgir, y resolver así los problemas que plantee una traducción.

Comentemos ahora algunos rasgos definitorios de la traducción:

· “La primacía de la comunicación y la adecuación a la lengua de llegada. Para expresar la misma intención comunicativa, […] cada lengua utiliza unos medios lingüísticos diferentes. […] Es uno de los principios fundamentales que rigen el funcionamiento de la traducción”.

Esto puede verse claramente con las frases hechas, expresiones de saludo, etc… Las lenguas no están formadas solamente por palabras que tienen un significado unívoco e inalterable, y por lo tanto, la traducción no consiste solamente en una transferencia de palabras. Hay que tener en cuenta cómo se relacionan dichas palabras, que puede haber signos lingüísticos mayores… El lenguaje está lleno de metáforas y comparaciones, que muchas veces usamos sin darnos cuenta. Todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de traducir, así que hay que tener en cuenta cosas tan básicas como los saludos y las frases y expresiones hechas. Buscaré algún ejemplo que no venga en el libro de Hurtado Albir para explicar esto.

En español tenemos, por ejemplo, la expresión de “nadie es perfecto”, que podría tener un equivalente en japonés “猿も木から落ちる” (saru mo ki kara ochiru), que literalmente sería “Hasta los monos caen de los árboles”, pero que se utiliza para transmitir lo mismo que la frase en español.

· La actualización textual: el sentido” y “la intervención del contexto”. En este punto se habla de que una misma palabra puede tener varios significados, varios sentidos, que se actualizan dependiendo del contexto en el que se encuentre, y que, por supuesto, esto varía de una lengua a otra. Puede que haya una palabra que sea equivalente en español e inglés en un contexto determinado, pero puede que se pueda usar también en determinados contextos en español pero no en inglés. Aquí nos pone un ejemplo con la palabra estación, que en español puede significar tanto “estación de tren, autobús…” como “estación del año”, pero esto no coincide en inglés, ya que tenemos dos palabras distintas para designar esto, que serían station y season, o en japonés eki () y kisetsu (季節).

· Los aspectos culturales y el destinatario de la traducción” y “la importancia de la adscripción textual y de la finalidad de la traducción”. Este es un punto muy importante a tener en cuenta, y que dependerá mucho de la cultura a la que se traduzca y la intención que se tenga. Así, Hurtado Albir nos pone el ejemplo de una canción en un cómic de Le fils d’Astérix, utilizada para causar una carcajada en el lector. En la versión original se usa una canción francesa, y el humor se produce cuando se cambia una palabra clave de la canción por otra que encontramos dentro del contexto del cómic. Así, si tradujésemos la canción literalmente, seguramente no haría gracia a nadie, y buscando las risas, el traductor del cómic ha buscado una canción española que se adecue al contexto para poder sustituir la palabra en cuestión y producir un efecto similar a los lectores que lean la versión española. Ha tenido en cuenta tanto la cultura a la que se traduce y sus destinatarios, como la intención del texto. Sin embargo, imaginemos que la situación fuese distinta y el texto original no tratase de producir la risa, sino que utilizase la canción con otra función. Tal vez en este caso, si adaptásemos la canción de este modo, podría perderse la función. Así que es muy importante tener en mente en todo momento la intención del texto original.

· La traducción como proceso mental”. Para poder realizar esto, el traductor ha debido realizar un proceso mental. Primero, comprender a la perfección el texto original, luego realizar una reformulación del texto sin perder de vista los objetivos que el texto poseía en su versión original. Todo teniendo en cuenta siempre los elementos lingüísticos y extralingüísticos.

Realizaré otra segunda entrada en la que pondré las distintas clasificaciones de la traducción, por si a alguien le interesa. Gracias por leer ^_^

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